Pages

Ads 468x60px

El Nombre
de mi Alumna


       ¿Por qué se tienen que repetir los nombres en las personas? No es justo, a caso no hay originalidad o es que somos tantos en este mundo que hemos llegado a abarrotamos las opciones sobre como llamarnos.
       ¡Es increíble que una pequeña niña que no tiene nada que ver contigo me haga recordarte con sólo tener un nombre en común! -¡Tienes idea de cuánto me cuesta evitar recordarte por la mañana, por las calles, por las escaleras, por mi mente y para colmo hay una niña que tengo que nombrar sin que seas tú!-.
          Y así, sin previo aviso o señal de advertencia aparece esa chiquilla, un pequeña que me recuerda a ti por el simple hecho de ser tu "tocaya".
       Puedes creerlo, es toda una barbaridad. Lo sé.
      Tengo que confesarte, de mala gana, que efectivamente mi alumna con el nombre que dejaremos solamente como A, era mi preferida, y no por ser la más educada o asistir puntual a clases, tampoco era la más lista ni que a diferencia de los demás necesitara más atención, sólo tenía esa particularidad, ese detalle que la hacía resaltar sobre todos los demás, compartía tú mismo nombre. Los mismos caracteres en secuencia que afinan tan bien. Ese que sólo tú sabes portar con elegancia.
      Hacer el pase de lista era un completo martirio para mi mente, no lograba evitar recordarte al hacer ese simple hecho escolar. Comenzaba así:
-David: presente.
-Dilene: aquí.
-Franco: no vinó
-Nadia: presente.
-A... y todo se venía al carajo.
        Te veía, te recordaba y todo por tener esas letras que en ti riman asonante y consonante.
       Para incluir otro dato la pequeña niña era tema de conversación entre sus compañeros, se podría decir que era tan popular como tú, así que si no te recordaba en el pase de lista o al hacer los gafetes, tenía a los diecinueve niños restantes para encargarse de no irme de ahí sin olvidar que en algún sitio de esta ciudad estás tú. Que hace tiempo fuiste una niña como ella, también tenías miedo a la oscuridad, cargabas tu refrigerio en una lonchera con princesas en la portada, salías de casa tomada de la mano con papá o mamá. Jugabas a la trae, saltabas la cuerda, reías, eras la princesa sin tonterías. La mamá de muñecas, enfermera de peluches. -¿Cómo puedo no imaginarte así?-
       No puedo, más bien no quiero admitir que te extraño, porque si lo hago la solución sencilla sería irte a buscar. Y soy un cobarde.  Tengo miedo de tu rechazo. Por eso no digo que te extraño, sino que todo me recuerda a ti. Siempre estará esa canción que nunca escuchamos juntos, ese  color que no vestimos al mismo tiempo, el día en que no corrimos bajo la lluvia, la película que no vimos, el restaurante que no conocimos y el beso que nunca nos dimos.
       Pretendo seguir dando clases, intento ser un buen ejemplo para cada persona que me escucha o conoce, pero cómo lograrlo si ni siquiera tengo el valor de decirte que ya me arte de estar lejos de ti. Tendré que poner una ley de admisión a mi clase. Algo así como prohibir la entrada a cualquier chica que tenga tu mismo nombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta ahora o calla para siempre

 
Blogger Templates