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¿Quién es Flaca?

¿Quien es ella? -Preguntan mis amigos.

Flaca es un nombre que no tiene cuerpo ni rostro.
Es una palabra que todas las noches me visita pero jamás se queda a dormir.
Flaca es el acrónimo que mi mente hace de su nombre.
Son cinco letras que se pronuncian a cuchilladas entre la lengua.
Es el alfa de la alegría y el omega de mis plegarias.
Es el vocablo que escribo en las hojas de atrás de mi sketchbook.
Pronunciarla se logra degollando la lengua y luego acariciándola.
Es el nombre que tuve que inventar para ocultar el otro: el innombrable.
Flaca oculta aquello que sepulté para no volver a decirlo ni pensarlo o escribirlo.
Pero a veces Flaca es alguien más.
Es la joven que va detrás de mí en el autobús.
La chica con la que me desvelo entre chats y me envía alguna de sus fotos del día.
Flaca es aquella que estudia en la facultad vecina pero por miedos no sale de su burbuja.
Ella vive en otro estado, lejos de mí pero también aparece en clases conmigo.
Otras veces, Flaca, eres tú. Por leerme y encariñarte con estas líneas.
Flaca es el sueño de un ideal. El deseo terrenal de una mujer etérea.

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Por eso hoy abandono mi juramento y escribo tu nombre sobre el viento que ha de guardar estas palabras, lo hago con la esperanza de que este mensaje llegue a ti pero al mismo tiempo jamás lo leas.
Porque quiero que sepas que me gustas, que respetuosamente, estás para contar tus pecas una a una y cuando esté por terminar, equivocarme para empezar a pecar juntos. Flaca, me atrevería a faltarte el respeto e irme a pensarte toda la noche. Canonizarte todita y de pies a cabeza hacerte un altar donde des placer solo a mí. Educar tu boca, tu tacto, tus muslos y piel al roce perfecto del movimiento de tu cuerpo sobre el mío.

Flaca, tú, la que a través de un monitor me lee, te adoro, por existir, por ese maravilloso placer de ser tú.

Parafraseando

¿Sabe usted qué es lo que mantiene la magia en las historias de amor?
La ausencia, la distancia y la comunicación.
Imagine que en cualquier historia hubiera existido el celular, la Internet o el WhatsApp. Ya no hablemos de Tinder o Snapchat.
Con Plan Telcel Penélope no hubiera esperado con fe e incertidumbre a su amado Ulises. Con WhatsApp unos cuantos emojis hubieran confirmado que había un dragón cuidando a la princesa de la torre y quizás el caballero se hubiera acobardado o buscado en Google una manera más tardía para salvar a la bella durmiente. Con telefonías celulares el Coronel sí tiene quién le escriba y con geolocalización el chico de Into the wild hubiera podido encontrar un camino a casa y no morir en Alaska. Las mejores historias de amor tienen como factor la distancia, el desencuentro y la incomunicación. Solo los amores tontos, aburridos y normales no pasan por esto.
Piensa en la historia de amor por excelencia, la más romántica de la literatura... Exacto, Romeo y Julieta. Esta historia centra su tensión y emoción en la distancia de sus dos protagonistas. El joven amante finge un suicidio y cuando la doncella lo cree muerto, se mata de verdad. (Perdón si esto fue un spoiler) Ahora piensa, si Julieta hubiera tenido celular, le habría mandado un mensaje a Ró para decirle el plan y una frase final así: "Te espero con en beso en Verona, beiby"
¡Con smarthphones y redes sociales todas esas historias donde el chico corre hacia el aeropuerto para evitar que el amor de su vida se vaya a otro país o impide la boda para que la bella chica no se case con el tipo equivocado no existirían!
Por culpa de esa "cercana" comunicación de mensajes de texto, chats y aplicaciones para conocer gente, nos estamos perdiendo de vivir historias novelescas. Quitamos la magia de las personas y el valor por el amor.
Me pregunto si encontrarás a alguien que corra desesperado al aeropuerto, si tu chico tendrá el valor, no mandarte un mensaje, sino de irte a buscar hasta el fin del mundo para decirte que te ama. Llevarte serenata aún sabiendo que estás enojada o levantarte de la mesa en un bar frente a todo el mundo y presumir que está saliendo contigo. ¿Encontrarás a alguien que te demuestre que la vida es aquí y es ahora? Creo que al que esté contigo hará lo más fácil que es mandarte un inbox, unas simples y comunes rosas o no planear con valor la manera de hacerte sentir especial. ¿Para qué hacer el esfuerzo de vivir al borde de la aventura? Si tendrá tu número junto al de las otras chicas que también le atraen. Busca al chico que te haga vivir con la incertidumbre de lo que pasará cuando abras la puerta, cuando recibas la carta o cuando te abrace con el alma entrecortada. Porque jóvenes que estén al filo del riesgo por amor, rompiendo las advertencias dadas, ya no hay. Ahora con un msj se arruinan relaciones, se evitan actos valientes de amor y se vive en la flojera de un sillón viendo la pantalla y el wifi.
O.

Estaciones: Verano

Flaca. Vol 1

"Se buscan hombres para viaje peligroso. Sueldo escaso. Frío extremo. Largos meses de completa oscuridad. Peligro constante. No se asegura el regreso. Honor y reconocimiento en caso de éxito"

Hace tiempo, cuando este anuncio salió a la luz, hubo más de cuatro mil aspirantes. Apuesto que la mayoría se sentía como yo en este instante.

Hay cierta teoría romántica que afirma que es más efectivo una situación de riesgo que un cortejo de todo un año. Entendamos por situación de riesgo algo más que el cliché de Hollywood, dejemos atrás la isla desierta o escapar de un cártel de narcotraficantes. Para nosotros, los humanos reales, esta situación se encuentra en algún problema de carretera, cierto día en el bosque, un examen importante o como en mi caso: un viaje escolar. Ella no fue para mí ni la más bella; tampoco la que me amó más, ni a quien más quise, pero me dio un amor eventual, de esos que duelen por lo corto que duran. Como estrellas fugaces que ves desde la ventana y por brillar tanto las creemos cercanas. Tuve su amor, ese amor que se hizo lejano y artificial. Tan parecido a las postales de la playa donde todo empezó. ¡Maldita sea! Carajo, tuviste que estar en mis brazos sin ser mía, invitarme a ser tu pareja sin serlo y atreverte a ser esa persona que con tan poco llenó un vacío. Por eso aún pienso en ella, no me dio un amor largo ni fuerte, no era la más guapa y jamás fue mía, sin embargo fue con quien me emocioné así.



Mi único plan para pasar el verano del 2014 era ir a uno de esos congresos donde todos sabemos que lo importante no se encuentra en las conferencias sino en lo que pasa después de ir a la fiesta inaugural. El calor empezaba y todo en mi vida pasaba sin novedad, hasta que ella apareció. Fui un idiota por no ver las advertencias o hacer caso omiso de ellas. Su nombre era una combinación de miedo, el mismo apellido de quien para mí, era mi ideal desde adolescente y el primer y único nombre de la que abatió mi corazón hace tiempo. Era obvio que esto se considera una advertencia divina, como un aviso de neón con la frase en letras fosforescentes: Peligro de muerte. No adentrarse.  Como todo lo peligroso es tan tentador me cegué a propósito.

Relataré desde el inicio. Mayo, miércoles 21, maldito número; tanto me gustaba.

Por alguna extraña razón me sentía identificado con su forma de ser, la había visto de vez en cuando por los pasillos, entre clase y hora libre estaba ahí, sentada o haciendo algo que solo en ella se veía lindo. Quería que me conociera, lo único que sabía era su nombre y que sus ojos eran preciosos. Verdes con el sol, azul y amarillo en la sombra. Las cosas se dieron gracias a ese viaje de playa, típica excursión que realizan en la escuela con algún fin pero que en realidad el tema principal se encuentra en la barra del antro o en la cena callejera de media noche. Al saber que tendría cinco noches y cuatro días para entablar amistad con la susodicha chica me dispuse a ser lo más agradable y atento con ella, me esforcé en mi mejor versión y por primera vez, tener como objetivo los labios de ella posados sobre los míos.
Todo empezó la noche del miércoles y para el jueves en la madrugada ya nos habíamos conocido. Fue dormir juntos en un camión, lado a lado, asiento con asiento, el mismo dolor en las nalgas por las más de catorce horas de viaje. Compartir el amanecer, la comida, las charlas y velar su sueño; viajar por carreteras para al final ser el tema principal de la conversación del otro.

(Si algún lector es padre, no olvide mandar preparado mentalmente a sus hijos cuando este les diga que va a un "congreso con fines académicos" a la playa con nombre más playero que existe en nuestro país: Mazatlán.)

Después de haber pasado literalmente noches juntos (nada comprometedor, ni subido de tono) los días con ese bello clima hicieron que la viera aún más bonita de lo que aparentaba.

Noches de antro en el Señor Frog's. Visitar el acuario, la playa, encontrarnos en el ascensor del hotel, inesperadamente despertar y compartir habitación, era el guión cliché de cualquier película adolescente de amor de verano... No terminamos juntos, no todavía. Recuerdan la situación de riesgo de la que les comentaba al inicio, bueno, sacar borrachos de un antro y cuidarla en las noches entran en la situación real para humanos reales.

Regresamos a nuestra ciudad, donde sin playa o mar seguimos conviviendo como en aquel viaje. Poco a poco los compañeros se empezaban a dar cuenta de nuestra relación, la cual iba más allá de amistad o compañerismo. Sin formalizar nada para no perder la emoción de estar el uno con el otro avanzaron los días, las semanas y de un día para otro, ya era mi chica y yo su chico. Malditas relaciones millenials. Para hacerlo aún más oficial, me pidió ser su pareja el día de la graduación...

"Pero, en definitiva, ¿Qué es lo nuestro? Por ahora, al menos, es una especie de complicidad frente a otros, un secreto compartido, un pacto unilateral. Naturalmente, esto no es una aventura, ni un programa, ni -menos que menos- un noviazgo. Sin embargo, es algo más que una amistad. Lo peor (¿O lo mejor?) es que ella se encuentra muy cómoda con esta indefinición. Me habla con toda confianza, con todo humor, creo que hasta con cariño."
-Benedetti.

-¡Olvidaste comprar la corbata!
-¿De qué color era su vestido?
-¡Rojo!
-¡No, güey era azul!
-Carajo, ahora ve y compra una o vete así aunque no combines con ella.
-Debo quedar bien, van a estar sus padres, abuelos y no sé quién más en la misma mesa.
-¿Seguro que quieres ir? No llevas ni un mes con ella. Jamás das este paso.
-Le llevaré flores...

Su vestido sí era azul, el sujeto de la tienda de trajes como profeta y primer maestre, armó para mí una combinación  perfecta para vestir como su pareja aquella noche.
Llegué un poco tarde, pero tenía que conseguir el ramo de flores lo suficientemente decente como para ser digno regalo de graduación.
Me presentó ante sus padres, sus abuelos, los amigos de sus padres, familiares mixtos que llegaron de no sé dónde y a sus dos mejores amigas. Que de no haber sido porque en serio estaba convencido de que estaría con ella por mucho tiempo hubiera charlado más con la divertida chica del vestido amarillo.

La noche resultó como si la hubiera escrito John Green pero sin el cáncer como antagonista. Risas, cena, diversión, bailes improvisados y entre las miradas perversas de sus compañeros hacia mí, la noche terminó de maravilla. Como chisme de rancho la malaria se expandió y fuimos tema de conversación entre varios grupitos de personas.

El verano estaba en plena canícula, días calurosos, tardes frescas, nos veíamos de tres a cuatro días por semana. Bendito y maldito WhatsApp, que nos alejas y acercas de quien queremos. Todo iba más que genial, hasta que como Ícaro, volar tan cerca del sol te hace caer de hocico y sin meter las manos.

Entre pretextos adolescentes y excusas sin fundamento, al menos para mí, ella se fue. Tuvo una crisis existencial donde el graduarse de la universidad y la presión de qué hacer con su vida fue demasiado. Me dijo que se iba a estudiar algo más, encontrarse a sí misma y en el fondo me daba gusto, pero niña, eso se dice desde la primea cita. ¿Qué quieren que les diga? Siempre es más sencillo para el que se va decir adiós. El que se queda tiene que soportar los mismos lugares, las mismas personas, los olores y toda esa clase de cosas cursis que nos recuerdan que ya nada será igual.

Al final todas quieren ser tus amigos, malditas... Ya lo veía venir, desde las idas al cine pedías el combo "amigos". Hoy termina el verano otra vez, también es 21 y es más que obvio que mi Realismo Mágico no tiene lunas rojas o terremotos como el universo de García Márquez, pero tiene fechas reales, solsticios y equinoccios. Personas de carne y hueso y que mientras ella ahora está en algún lugar del mundo siendo azafata, montando a caballo o casándose, sigo aquí, donde me dejó, en una autoregeneración emocional, escuchando al santo patrono de la autoflagelación y el sufrimiento: Juan Gabriel.

SI hay algo que no olvide, son sus ojos verdes. La terapia no termina, pero el verano sí.

La lluvia,
Zeus y yo


Zeus no ha digerido muy bien tu ausencia. Se pasa toda la noche junto a la banca en la cochera y las sillas viejas de papá. Imagínate, ese espacio siempre lo ha odiado. Ya no duerme en la puerta de mi habitación o bajo mi colchón. Esta mañana se asomó al cuarto pero ahí mismo se arrepintió, seguro porque comprobó que no había sido un mal sueño, que de verdad no estabas. Que ya no saldrás a jugar con él antes de irte o acariciarlo cuando llegues. Quizás pensó que no tenía demasiado sentido entrar porque no existe placer al destender una cama donde yace un tipo solo, un lugar donde tu cuerpo no está abrazado al mío. Tal vez para él, el amanecer no sea otra cosa que espiar tus sueños. Tampoco ha querido comer, no hemos querido comer. En mi caso es probable que sea el box, tirar jabs a un viejo costal para sacar la tristeza hacen que mi estómago se haga pequeño, al parecer también mi corazón y nuestro humor.




Creo que Zeus está triste porque no entiende que dos personas se puedan separar de un día para otro, pero a veces pasa…Los perros no tienen porqué entender cosas de esta naturaleza. Ellos viven el día a día, echando flojera y ladrando todo el tiempo, mordiendo, como solíamos hacerlo nosotros al besarnos, saltando, como tú y yo nos brincábamos de la cama al sofá y viceversa, alegres por toda la ciudad, salpicándonos de amor y delirio porque el mañana no importaba si se tenían fuerzas para abrazarnos sin soltar...ya se le pasará, espero.

Tampoco ha sido fácil para mí, pero mírame aquí tecleando estas líneas, escribiendo algo bonito que no esfuerce tanto tus ojitos, para que comprendas…Ah, lo olvidaba ¡Encontré algo tuyo! Una prenda pequeñita que solo yo podía verte puesta. Has dejado muchísimo más, pero sé cómo eres de obstinada con tus cosas y vas a quererla de vuelta. Avísame si la quieres y te la llevo de inmediato, así…puedo pasar rápido y dejarla con tu hermana o esperarte en la placita si prefieres. No quiero marcarte no quiero toparme de casualidad con la voz esa diciendo "número ocupado", sabiendo que me has bloqueado.

No he hablado con nadie más, tampoco he dicho cosas sobre ti, aunque lo dudes, pero no sé que podría decir: -"Se fue, me dejó"-. Eso no sería problema, lo difícil vendría cuando preguntasen el por qué: -"No sé, porque nos amamos demasiado, dos personas no deben quererse tanto, una relación debe nutrirse con monotonía no con pasión"-. Cosas así. Incoherencias para que me crean.

He tratado de llevar esto lo mejor que puedo, cuestionándome cada minuto sobre lo que pasó: ahora mismo imagino que sigo aquí escribiendo y llegas tú de puntillas, silenciosa, me tapas los ojos con tus manitas para asustarme. Dejaría la laptop y te tomaría por las muñecas para abrir tus palmas y lamer con suavidad y devoción esas líneas de destino, tus dedos de pianista. Quiero creer que esto debe ser una trampa, un ajuste de cuentas por lo mucho que hemos despreciado el futuro juntos, me he puesto a pensar en lo mucho que he perdido contigo en tan solo dos meses y es horrible. Ahora imagina todo lo que nos perderíamos en todo un año. Incluso peor, en toda una vida sin el otro.

Ahora mismo Zeus ladra y está diciéndome con su mirada: "Dile, es el momento, dile lo que querías decirle, lo que siempre ha querido escuchar."

Pero se me agotan las palabras. Las palabras no sirven para nada si sigues estando lejos. Si vieras los ojitos de Zeus, si escrutarás más allá de lo que nosotros vemos, sabrías cómo se siente. Y sé que lo sabes.

Por eso, he decidido esperar. En donde solo tú y yo podemos saber, aquel lugar tan nuestro. Ahí estaré esperándote.

Sino quieres ir ahora, igual me quedaré. Como guardia que vigila un valioso tesoro. 

Estaré noche y día. Zeus está conmigo. Si debemos esperar, lo haremos. No regresaremos a casa sin ti. Aquello no será casita hasta que volvamos los tres.

Sentido figurado


Ojalá te hubieras muerto. Así debería haber sido tu partida, cuando alguien muere es para siempre, se va y con ello la esperanza, los sueños, los planes, todo se va al carajo. En cambio, te fuiste de mi vida de la manera más maldita y cruel que pudiste haber encontrado: dejando de ser la chica que conocía. Preferiste la aventura y el sexo ocasional con aquel horrible personaje, a despertar juntos cada mañana con el desayuno en la cama. Hacer lo que hiciste fue horrible, porque uno no puede divorciarse de la noche a la mañana de su mujer, pero tú lo lograste conmigo. Si lo consideras bien, morirte habría sido una forma elegante y sutil para ambos. Habríamos evitado las cosas que nos dijimos, los reproches, las malas palabras, las escenas y los dramas. Te habría guardado luto indefinidamente y ninguno de mis amigos estaría apurándome diciendo que debo “hacer algo para estar mejor”. Comprenderían que no puedo dejar de pensarte y mucho menos te odiarían o te dirían “perra”. Qué distinto hubiera sido todo, así no tendría que verte con tu cara de hipócrita olvidadiza. Al morirte hubieras dejado de hablar, te llevarías esas palabras que nunca me dijiste y yo te recordaría solemnemente, con amor y con respeto. Como si jamás nunca hubieras cometido nada malo, pero en lugar de eso, sigues aquí y no estás. No te bastó el dolor causado que ahora me robas mis lugares favoritos, como si reciclaras la forma en que te amé. No puedo ir al parque a jugar fútbol, comer pizza en el restaurante que tanto nos gustaba, ir por una cerveza a aquel bar ni escuchar nuestras playlists en Spotify. He perdido el placer por aquellas actividades que hacía contigo y ahora tú haces con el chango al que llamas novio. Sé que si llegan a tener hijos, el karma hará de lo suyo, serán tan raros que ni él o tú les encontrarán forma. Tu manera de irte, de dejarme, fue bastante cobarde y cruel para ambos; es triste que el idiota aquel a pesar de conocerte se quedó contigo. Si llegando a este punto ya comprendiste lo conveniente que hubiera sido tu muerte, no vayas a hacer una estupidez como matarte de forma ridícula con pastillas o algo así, para morirse hay que hacerlo con inteligencia y a ti bien que te falta eso. Si aún te queda un poco de vergüenza, dedícate a ser miserable y desaparece. No hagas como tus recuerdos que vienen día con día. Muérete, al menos, en sentido figurado, para poder encontrar una manera de seguir viviendo.

El Bús

Desde que cambiaron la ubicación de la universidad tengo que tomar el autobús escolar para poder llegar. Cada día voy a la escuela en el Lobús (nombre del autobús universitario), medio dormido, soñoliento y sin desayunar cada mañana abordaba aquel camión. Una parada después, puntual y sin fallas, subía ella como una revelación. Y ahí, sin decirnos nada, nunca ninguna palabra, se sentaba unos asientos más allá de donde me encontraba. No llegué a saber su nombre o a cuál facultada del campus ingresaba, pero verla subir cada día era más sano que el ejercicio. Ir soñando que hablábamos toda la ruta hasta llegar a nuestro destino y así cada día durante todo el semestre.




Me ausenté por un tiempo y ahora no sé si ella siga usando el mismo medio para ir o si continúe en aquel campus. Y aquí estoy, con la cabeza sobre el cristal pensando, jodidamente medio dormido empezando mi último año para graduarme; sigo yendo en el Lobús, pienso en si le hubiera dicho algo... ¿Eh? Vaya, se parece tanto, un poco más cambiada, creció en estos meses, será ella, la misma chica. No estoy seguro. Sí, sí, carajo, es ella, tengo que decirle algo. Tiemblo, me levanto, camino unos pasos hacia delante y todo el mundo se pone de pie mientras tomo asiento a su lado. 

La Chica
del Cine

          Tres palabras, una sola frase, el inicio de la conversación. Mi cara de idiota mientras te entrego la tarjeta para los puntos de la dulcería. Te comportas mecánicamente, actitud ganada por atender a miles de personas en un domingo que por lo general es de descanso, donde tú deberías estar a mi lado y no del otro lado del aparador preguntándome si quiero con mantequilla o acarameladas las palomitas.
          -"Bienvenidos a Cinépolis"-nos dices a mi hermana y a mí.
Y ¡pum! adiós a la poca cordura que aún me quedaba. Es un deleite verte, no importa si la película empezó hace media hora o si los trailers van a terminar. Tu sonrisa vale más que el boleto, las palomitas y el té helado...

          Ir al cine ha sido una de mis mayores aficiones desde que tengo uso de memoria. Desde esa primera vez en que con mis padres vi a Antonio Banderas salvar a mexicanos en su papel del <<Zorro>> hasta ser fan de Avengers, todo a sido un ciclo cinematográfico que me es de orgullo presumir; me considero cinéfilo de corazón y alma. Mi pasatiempo favorito, el escape perfecto para salir, aprender e ilusionarme con otras aventuras. Jamás había tenido otro factor especial fuera de los ya conocidos: ser de los primeros en la fila, ir a las premiers en la madrugada, no perderme la película de temporada, coleccionar los vasos de cada filme y otras cosas geeks hacen que sea imposible dejar de asistir periódicamente a las salas.
             Aún recuerdo la primera vez en que la vi, había ese toque especial en ella, no quiero mentir y ser cursi diciendo que era su voz o su mirada, porque seamos sinceros, ni siquiera me vio a los ojos; el sistema de trabajo y la rutina de atender clientes en dulcería habían borrado el ánimo en su rostro y su voz sonaba a robot, mecánica y burócrata. A pesar de esos detalles nada lindos su...todo en general contrastaba con el ambiente en que se encontraba. Es guapísima, tanto que no te cansarías de mirarla, con una piel tan blanca que al sol le daría vergüenza atreverse a cambiarle el color de sus mejillas. Por aquel entonces su look la hacía verse todavía más guapa que Ashlee Green, esa chica que interpreta a la sexy vampiresa Alice en la saga de Crepúsculo (tranquilos, chicos, solo vi las películas por esta actriz). Así que ahí me tienen, eligiendo el combo <cuates> mientras la hermosa chica no-vampiro se mueve de un lado a otro preparando mi pedido de golosinas.-"Se te cae la baba, ¡cierra la boca!"-anuncia Itzel. Consejo de vida, jamás admiren a una mujer a este nivel si tienen a su hermana menor adolescente cerca. Nos dice la cuenta, entrego la tarjeta y entre mi billetera rezo por no quedar como ridículo al no completar el costo del combo.
          "Recibo doscientos"- pronuncia al tomar mi billete, otra vez de manera automática, como si un chip interno conectado a una computadora gigante fuera quien le ordenara qué hacer. Sonríe por compromiso al entregarme en una bandeja azul los dos tés y la caja de palomitas con mantequilla.
           Entramos, no recuerdo cuál o sobre qué trató la película de esa tarde, tampoco si me gustó o no, lo único que tenía claro era ese nombre que alcancé a leer en la pared, sobre un pequeño marco y con una estrella de símbolo al empleado del mes; en ese poco merecido reconocimiento estaba una foto, era la misma chica, con la diferencia de que ahí su sonrisa era real. VICTORIA, en letras doradas anunciaba a la vendedora de entradas, palomitas e ilusiones.
  

La Importancia del
Diseño Gráfico en la Ecología

         Hoy en día vivimos en un mundo lleno de problemas, la mayoría de ellos influyen y van más allá del lugar donde se radica, la clase social o el ranking en que se encuentre el país. En la mayoría de los casos -por no decir que en todos- el principal responsable es el hombre. A través del tiempo el hombre ha ido enfrentando problemáticas iniciadas por él mismo (nosotros), esto puede parecer tonto, pero créanlo, es tan real como ustedes. Entre tantas tragedias, crisis económicas, deficiencias políticas, gasolinazos y la reciente duda existencial sobre si era o no era penal; hay un problema más grande, tan inmenso que es imposible evitar no darse cuenta del daño irreversible y que incluye directamente a cada ser humano de este globo: el cambio climático.
La idea de un mundo donde todo sea paz, verde, amigable y con oportunidades igualitarias está demasiado lejos de lo que vemos en la actualidad. La tierra, el planeta azul, el hogar de la raza humana y otras miles de especies más, ha llegado a un punto en donde la sobrevivencia ya no solo es para el más apto, como lo afirmaba Darwin en su “Origen de las Especies”; sino una cuestión de suerte, factores externos como lo son la salvaguarda de recursos que hace tiempo llegaron a considerarse inagotables, vivir constantemente con precauciones y miedos, racionando las porciones para el siguiente día, rezando para que en la clínica tengan la vacuna contra la gripe o no triunfar demasiado para evitar llamar la atención de personas malvadas que esperan quitar lo poco o mucho que se ha conseguido. En gran parte del mundo vivir un día más es la duda que llega cada noche al ir a la cama. Sobrevivir o vivir para luchar un día más.
                El calentamiento global es un tema que hoy en día está en boca de todos los que quieran llamar la atención, es algo así como un candidato del PRI por la presidencia de la república, todos hablan de él, algunos lo defienden a muerte, otros le temen y hay quien ni les importe,  pero hay algo muy seguro, a todos nos va a dar por donde más nos duela…
                Apreciable lector, mi intención no es hablar mal sobre ese tema del cual se cuelgan para hacer sus modas los chicos hipster, como cada vez que alguien usa un auto de dieciséis cilindros para ir al oxxo de la esquina, tampoco es ser enfadoso o quejarme sin sentido sobre una cuestión que considero debe ser tomada con la seriedad que amerita. No intento desmeritar los intentos de hippies por continuar con su filosofía “verde” ni llegar a molestar a nadie. Lo que pretendo, es dar a resumidas cuentas una explicación concientizada sobre los daños que día a día, minuto a minuto y año tras año se van dejando sobre el hogar que ha visto a cada persona crecer: la tierra. En especial, nombrando puntos y escalas de película apocalíptica que incluyen directamente a mi muy querido México como personaje principal. Trataré de persuadirlos con la firme intención de hacerles notar los daños que hay en la sociedad, el país y en cada mexicano que existe.
Primeramente, cuestiono el supuesto “diseño sustentable” que existe en la actualidad. Visto más como una manera de negocio y no como un cambio responsable.  Mi reto -si me permiten llamarlo así- cosiste en concientizar a estudiantes, profesionistas y todo aquel interesado en desenvolverse en el área de la creación de ideas, materiales, proyectos y locuras para cambiar al mundo. Reflexionar en cuanto a lo que se hace o se deja de hacer en las universidades, empresas y la vida social de un país, un país que mantiene a sus pobladores con la soga al cuello, porque todos estos lugares necesarios para el desarrollo de una sociedad en aras de oportunidad forman parte del cambio que el planeta necesita. Las críticas y comentarios que están a punto de leer son de  opinión personal, basándome en datos reales y crudos para explicar de una manera amigable y lo más claro posible, la postura que como mexicano y estudiante universitario tengo respecto al tema de la contaminación ambiental y su relación -o importancia si desean llamarla así- que mantiene con mi área de estudio, el diseño gráfico. Trataré de influir, para bien o para mal en cambiar las actitudes y aptitudes respecto a la manera de ver y percibir el mundo. Porque si el mundo real es visto ahora como una película de distopía, esta es la parte donde más necesitamos que aparezca el héroe.
            Sin más que agregar, te invito a continuar leyendo hasta donde de plazca, espero que al final de estas líneas encuentres una conciencia que te haga sentir responsable y mediador del problema. Si en algún momento llegara a ser ofensivo con mis expresiones te pido una disculpa de ante mano, pero como dice el dicho popular, “si el saco te queda…” Ríete conmigo, llora en las partes que sea necesario y sobre todo, ayúdame a compartir lo aprendido.

¿Qué es la ecología y qué implica vivir de manera sustentable?

La vida académica, libros y diccionarios han dicho que la Ecología es: “la relación de los seres vivos entre sí y su entorno”, pero más allá de ser eso, la ecología tiene como misión de vida el defender y proteger a la naturaleza, al medio ambiente y los hábitats que existen, ser algo así como el escuadrón Avengers de la biosfera. Tristemente la simple palabreja es incapaz de hacerlo por sí misma y el problema es tan grande como el número de personas que respiran día a día. Aquí es donde entra en acción el factor humano; responsable y único medio para solucionarlo. Cada persona sin importar su edad, estatus social o procedencia, hará un daño irreversible en el planeta durante el ciclo de vida que pase en la tierra, tan dañino que aún después de su muerte el problema seguirá incluso por el triple de vida que haya tenido ese individuo.
        Damas y caballeros, para tener una idea de la magnitud del problema y comprobar hasta dónde puede llegar la inconciencia humana, basta con algo simple como asomarse por la ventana y observar los alrededores. En México, país considerado en posición de desarrollo-desde hace ya muchos ayeres- es sin duda alguna un paraíso para turistas, empresarios maquiavélicos y uno que otro monopolio, pero sin duda alguna es un claro ejemplo, tipo mapamundi, de lo que es el mundo actual y sus grandes diferencias socioculturales en donde lo único que los separa es el límite fronterizo. La situación ecológica en México es deplorable en muchos aspectos, a pesar de contar con ciudades que están a la altura de las grandes metrópolis son también lugares que se encuentran entre las más contaminantes a nivel global. La OMS cuenta con escalas para medir la peligrosidad por contaminación al ambiente, donde ochenta es la cantidad más alta y considerada como inaceptable para la vida humana, sin embargo y gracias a infinidad de motivos que son tan obvios que no es necesario enumerar, ciudades como Mexicali superaron los cien puntos y haciéndose de la vista gorda ante tan grave situación no hacen nada para remediarlo.
           Esta contaminación al ambiente o como popularmente se conoce: calentamiento global. Es debido a una liberación incontable de dióxido de carbono y otros gases que atrapan el calor en la atmosfera de la tierra. Es como una manta eléctrica atrapando el calor del sol y calentando al planeta. Entre más gases sean liberados mayor será el tamaño de la manta y peor serán los calores que experimentará la atmosfera.
            Hablando del peligro de los gases en el aire es inevitable no ver a la sultana del norte como la ejemplificación en persona de la maldad. Ciudad ubicada en una de las zonas más áridas del país, donde hay grandes cantidades de polvo, calor y dióxido de carbono emitido por millones, Monterrey se encuentra como una cúpula de carne asada en horno de pan de pulque, todo esperando a ser erupción a cuando los Tigres sean campeones…Sí, así de mal está Monterrey.
           Procedimientos ecológicos hay muchos, basta con visitar el sagrado buscador de Google para encontrar alternativas, planes de educación ambiental, programas federales para el desarrollo de proyectos y un sinfín de ideas que al final poco se sabe de ellas o jamás son vistas a la luz. Una de las causas del fracaso es la competencia que existe entre las instituciones que desarrollan dichas soluciones, mientras no haya comunicación, compartimiento de experiencias, interacción con toda la sociedad y un uso correcto del recurso económico que mueve dicho interés, los resultados seguirán siendo los mismos.
             Para aquellos que mencionen que los planes ecológicos impulsados hasta ahora sí dan resultados, pondré a consideración dichas alternativas, ejemplo; en la ciudad de México se gastan millones de pesos al año para dar disminución a los altos índices de contaminación que presenta la capital del país. A pesar de presentar en recientes años propuestas “verdes” y con una infinita publicidad en forma de salvación, como lo son el metrobus, eco bicis y taxis híbridos, dichas alternativas contrastan con la calidad de vida que se le fomenta a su población, como la disminución de sueldos, que por otra parte puede ser una propuesta para que así la gente no alcance para comprar un auto y siga a pie. El gobierno del D.F no ha logrado disminuir la contaminación que ha sido un problema desde hace décadas y que ellos mismos generaron. Sin mencionar el uso del transporte urbano que para los nativos de mi ciudad conocen como “combis”, las cuales son fuente incontrolable de contaminación así como una terca necedad al cambio de un transporte nuevo, menos dañino y más barato. Sí, esto también pasa el en D.F. Y si usted amable y pudiente lector es de los que cuentan con un auto eléctrico y son tan verdes que ponen pasto en los tapetes de su carro, no se crea salvado del apocalipsis, porque gracias a la contaminación la débil capa de ozono que cubre las cabezas de cada individuo, se convierte en una inútil para filtrar los rayos UV y el año anterior se alertó de días donde era considerado peligroso salir a la calle por el alto índice de estas luces del cielo. Por el alto riesgo de contraer cancel de piel, pero total, que tanto es una bronceadita.
             Si crees que todavía no pasa nada o que es posible vivir a la sombra por el resto de los días, prepárate, porque no solo es un tema de salud, a pesar de los más de quince mil casos de muerte que pudieron haber sido evitados si no existiera la alta contaminación en México. Este problema le quita a la economía nacional cerca de quinientos mil millones de pesos al año, dinero que se gasta en infraestructura y mantenimiento de centro médicos para que la gente no muera prácticamente por respirar. Explicándolo con otras palabras, el gobierno de México gasta millones cada año en mantener personas enfermas en lugar de crear un plan o un programa real para evitar que haya más enfermos. Estrategia similar a la obesidad y al teletón, porque en lugar de que la población tenga las facilidades para tener a sus hijos sanos desde el momento del embarazo o evitar que sigan engordando con refrescos, se crean carísimos hospitales, se fabrican miles de millones de medicamentos para tener a la gente sin huelgas o atadas a las sillas del IMSS en formato de protesta y que a corto plazo dichas clínicas se hacen indeficientes por el alto número de pacientes que atienden. Pero mientras se siga presumiendo mundialmente que lo mejor o único que tiene el país para ganarle a Estados Unidos es su sistema de Seguro Social, que los enfermos sigan, porque en las estadísticas y eventos de gobierno, se prefiere ver al Presidente dar medicinas a enfermos y cortar el listón de un nuevo hospital que a fin de cuentas para lo único que servirá será para ir enterrando a la sociedad.

¿Quién es el responsable, la sociedad consumidora, el capitalismo, las empresas; tú, yo?

                Esta pregunta posiblemente despierte la lucha interna que como todo “ciber-activista” de la era actual hay en cada ser humano que sepa usar redes sociales. Al leer encuestas, comentarios y blogs lo único que se encontrará serán calumnias entre usuarios, mentadas de progenitora hacia publicaciones y sus autores. Sin duda una de las grandes ventajas de la Internet es la comunicación global pero la desgracia es la calumnia infinita. No se trata de buscar culpable y lincharlo-por más que las ganas no falten-sino de trabajar en conjunto para el bien común del planeta. Una de las alternativas en las que todas las escuelas de educación básica y superior deben de poner énfasis es en la llamada educación ambiental;  ese tema ecológico que en México se basa solo en hacer carritos con empaques de leche La-La y juntar botellas para llevarlas al centro de reciclado, no es por desmeritar dichas acciones, pero vamos, si se es el primer lugar en toda Latinoamérica en generar basura electrónica, se puede y se tiene el recurso para hacer un buen plan de educación ambiental que sea implementado desde el jardín de niños. ¡El pueblo mexicano engendra alrededor de ochenta y seis mil toneladas de basura diarias! La mayoría de estas toneladas van a parar a rellenos sanitarios mal administrados o siguen la pésima cultura mexicana de tirar la basura donde se le dé la gana a cada uno. Y porque sé que hay mentes cerradas de “ultra izquierda” que afirmarán que son las industrias y empresas las principales fuentes de contaminación y que lo único que quieren es contaminar y destruir al planeta, quiero decirles que están muy equivocados. No las voy a canonizar, pero las industrias generan el 34% de la contaminación y aunque sus residuos son peligrosamente dañinos para las personas, la presión que existe sobre ellas por diversas organizaciones y fundaciones ambientales las ha orillado a pensar mejor en cada uno de sus siguientes pasos. La mentalidad industrial de ganar-ganar hace que la compañía no pierda. Mentalidad totalmente diferente a lo que piensan la mayoría de los mexicanos.
                El resto de la contaminación es hecho por cada individuo, porque todos han comprado algún “Gansito” y tirado la envoltura en la calle en lugar de ponerla en su debido lugar. Los índices más recientes arrojan que cada mexicano genera nueve kilogramos de basura electrónica al año. Así que para aquellos que piensen que las industrias, las cuales dan no solo trabajo a millones de personas sino que también el recurso necesario para que compren smarthphones y consuman Bimbo no pueden ser las responsables de que los humanos arrojen a las calles irracionalmente todo lo que consideren desecho. El siguiente dato puede despertar el deseo de ir a consultarlo de inmediato, porque entre tanta oscuridad siempre hay un rayito de luz.
         México, cuna de nopales y tomates, es líder de Latinoamérica en reciclaje, siendo a nivel mundial el sexto lugar en dicha activad sustentable. Tristemente, también es sublíder en muertes y corrupción de su zona.
¿Será acaso que todos los mexicanos están aquí para dejar un daño inmenso de hidrocarburos, pañales con excremento y envases de Bonafont? ¿Se debe ser más hippie y enfocarse en tener un contacto cercano con la naturaleza y chacras internos? Mientras encuentro la respuesta continuaré con algo que todos los estudiantes de mi licenciatura, profesores y egresados de la universidad vieron alguna vez durante los años que pasaron frente al pizarrón. El llamado Diseño Sustentable.

¿Qué es el Diseño sustentable y tiene en realidad la capacidad para salvar al mundo?
               
Para mi entender como neófito en Diseño, entiendo el Diseño Sustentable como la rama del diseño que se encarga de la creación de alternativas que mejoren o manejen principios de sustentabilidad- o sostenibilidad- esto puede ser la creación de objetos, planes de acción, servicios, programas de trabajo, sistemas de producción, etc. Para que esto sea posible se aplican diversas técnicas estratégicas que logren dos objetivos primordiales, la primera es la misma que el marketing: satisfacer las necesidades del mercado, donde se entiende por mercado a los humanos.  La segunda es para mantener una relación amigable y concientizada con el medio ambiente, consiste en dañar lo menos posible al planeta, evitar los riesgos que la producción conlleve y de ser posible, remediar el daño ya hecho.
             Es aquí donde encuentro la importancia que tiene el Diseño para la Ecología. Y no es por presumir o alardear sobre la carrera universitaria que estudio, eso lo de dejo para los ingenieros, pero en este mundo y en la vida, todo es Diseño. Al igual que una telaraña el entramado de tópicos que engloban a ambas áreas de investigación se van tejiendo para dar como resultado final la manera de vivir de todas las personas. Como lo mencioné antes, el objetivo del diseño sustentable es muy parecido-por no decir que igual-al de la mercadotecnia, satisfacer. Pero a fin de cuentas lo que importa siempre es vender, lograr posicionar cierto producto en la mente humana y estar presente para la mayor cantidad de situaciones posibles en las que se pueda participar. Lo que ahora se pretende es que se equilibren de manera perfecta las ventajas y desventajas de las demandas sociales. Esto incluye la restauración del daño ambiental que por años se ha ido desbordando en cada parte del globo. ¿Cómo se logra esto? Sencillo, creando alternativas nuevas, tecnológicas y sobre todo, llamativas para los millones de ansiosos consumidores. Actualmente existen una inmensa cantidad de productos, creados y diseñados por especialistas que afirman algunos de estos términos: biodegradable, verde, reciclado, amigable con el ambiente y un sinfín de promesas más traidoras que las del Presidente Peña. Y es aquí donde te pregunto a ti, quien ha seguido mis líneas a través de este texto, ¿existe el diseño sustentable?
                Si ya pensaste tu respuesta quiero ser el primero en compartir lo que desde una manera muy personal y un punto neutro-como los jabones-pienso al respecto de tan extenso y novedoso tema. ¡El diseño sustentable no existe! Sí, agarren a los niños y escondan a las mujeres, damas y caballeros no es por ser el Grich de la materia de Ecología, pero respecto a la situación hay que ser sinceros y por más dura y triste que sea, ¿no cree usted que siempre es mejor la más amarga de las verdades que la más dulce mentira?
          Al estudiar diseño gráfico por ya más de dos años, no he visto razones suficientes ni siquiera reales para creer que el diseño gráfico sea cómplice de la ecología para un futuro sustentable. Mucho menos justificaciones reales para que sea aceptado en el llamado Diseño Sostenible. Al contrario, se parece más a Judas, ese que a media noche traicionará a su líder para entregarlo a los malvados guardias del Emperador. Antes de continuar quiero hacer una separación entre el Diseño y el Diseño gráfico, el segundo y es del cual me refiero, se enfoca solo en soluciones gráficas, no estoy englobando lo que es el Diseño en general, solo esa área que me involucra directamente como estudiante y futuro profesionista.
             No estoy afirmando que sea un hecho ya comprobado, medible o con otros artículos que digan lo contrario, sino que las alternativas que se proponen para que el Diseño Gráfico entre en colaboración directa con el medio ambiente están más lejos de la realidad. Tomaré como ejemplo algo tan simple y de uso muy común: el cuaderno o libreta escolar. El costo por unidad de una de estas cosas es de aproximadamente $10, hablando de un modelo estándar y que fácilmente cumple sus funciones. Dicha unidad ha sido elaborada principalmente por fibras de madera, polímeros plásticos y textiles. Se ha usado agua, energía y mano de obra. Considerablemente es un precio justo y aceptable para la mayoría de las personas. Pero no por eso deja de ser un elemento que gasta recursos naturales, posiblemente su papel termine en el tiradero local. Pero qué dice la alternativa sustentable, un cuaderno hecho con papel reciclado cuesta 400% más caro que el anterior, cumple exactamente igual con las funciones y terminarán juntos al finalizar su ciclo de utilidad. Claro, el cuaderno reciclado tiene un diseño más “bonito”, mejor elaborado y con estudios de mercado. Pero al fin de cuentas sigue siendo un cuaderno con hojas cafés que servirá para lo mismo que el simple pero útil cuaderno blanco de diez pesos. ¿Dónde queda lo sustentable de esto? Un producto más caro, elitista, con un proceso que invierte otro gasto extra en su producción, tanto de recursos naturales como humanos. Lo que veo es que se fomenta un consumismo, donde los diseñadores y especialistas de cada empresa ven en la moda verde una nueva y creciente demanda en sus productos. Lo mismo ocurre con las tintas biodegradables, como diseñadores gráficos uno de los principales problemas de contaminación que se fomentan durante la práctica es el de la impresión. La cual fue comprobada es un privilegio de países ricos, orbes que puedan desperdiciar papel, energía para su fabricación y darse el lujo del despilfarro, son países que cuentan con sociedades consumistas y con el capital financiero para seguir y seguir. Regresando a las tintas, caras en su producción, en venta y por ende muy poco rentables para cualquier tipo de negocio son solo una idea en pañales para justificar el daño que los impresos hacen al país y al mundo. Siendo parte del problema veo como desde la universidad hay poco interés en el tema, es increíble el desperdicio en productos impresos que generan todos los diseñadores. Los gastos en creación de lonas, imprimir tabloides, tareas, etc. Sé que esto es inevitable, tampoco digo que lo dejaré o que tú debes dejar de hacerlo, qué sería de la impresión digital sin esto.
               Aunque las maneras para evitar aumentar el daño están y hay maneras en las cuales como propulsores de impresos afectemos para bien el futuro del diseño gráfico la tarea no es nada sencilla. La misión de cada uno ahora en adelante es irse educando en el uso correcto de cada elemento que se relacione con su labor. El Diseño Gráfico a diferencia de muchas otras profesiones es de las que más daño hace al planeta, ya que en la mayoría de sus trabajos y proyectos se ve implicado un daño relevante para el medio ambiente. También entiendo y quiero hacerte notar que no solo es por culpa de los diseñadores, pero desde la trinchera en la que se encuentran al momento de laborar profesionalmente, la idea ecológica pasa a segundo plano. Para que existan en realidad alternativas ecológicas que apoyen a las demandas gráficas es necesario el desarrollo de nuevas tecnologías, que sean útiles y que sobre todo cumplan-por difícil que parezca-con las siguientes afirmaciones: ser barata tanto en producción como en venta, esto con el fin de competir contra los medios tradicionales, aceptar que a pesar de todo, es imposible no hacer un daño al planeta, lo único que se puede hacer es evitar hacerlo en cantidades enormes. Algo así como pecar en pedacitos, total, si vamos todos a ser villanos, ya no se trata de ir al cielo, sino de ser el menos malo de los perversos.
           Con esto llego a un punto que quiero mencionar, el diseño gráfico tal vez no sea el mejor amigo de la ecología, perjudica más de lo que puede ayudar y a diferencia del diseño industrial, donde un dogma en su fabricación es el desarrollo sustentable, sea visto más como un villano que como un héroe, es deber no como diseñador, pero sí como persona el no quedarse de brazos cruzados, pensar siempre en que se puede hacer algo mejor, obrar para bien. Todas las ofertas educativas incluyen el tema del cuidado al medio ambiente, no por moda sino por la importancia y daño que tiene para toda la sociedad. Hay que cambiar de chip interno y dejar de buscar o echar culpas, que si el gobierno no hace o deja de hacer no debe de ser lo más relevante, porque la sociedad la formamos cada mexicano.
          Algo que tal vez no  sea tan relevante mencionar y está de más decirlo pero lo haré porque me enfada, es la actitud seudoecológica que mantienen demasiadas personas que laboran en esto. Considero una tontería e hipocresía, pero por alguna extraña razón es aceptable en el mundo de los diseñadores, que mientras digan o cumplan con conceptos como seguir modas pasajeras tipo hipster, presentarse como vegetariano o vegano, hacerse los cultos con aficiones extrañas hagan creer al mundo que no pasa nada. El mejor ejemplo no se dice o presume, se hace día a día con las actitudes individuales, porque podrán ser muy veganos pero el café del termo verde es del Starbucks, la bolsa biodegradable contiene una Mac y en sus bolsillos entre las semillas de chía hay un Iphone-Idiot- sonando para ir a comer.

          Gracias a la globalización se ha encaminado a que cada humano viva de cierta manera, que dependa del consumo para facilitar su vida y seguir con las comodidades acostumbradas. Cuidar el medio ambiente no es una idea solo de hippies, o de locos como aquel candidato a la presidencia de Estados Unidos, Al Gore. Ese hombre que se hizo famoso con su proyecto de investigación “Una verdad Incómoda” tal vez haya quien diga que lo hizo solo para poder aspirar a la Casa Blanca, pero hombres como él se despiertan día a día para hacer algo. Como Al Gore lo hizo, las teorías y advertencias se han dado desde hace años, a pesar de eso se han desaparecido especies inofensivas y que sin deberla ni temerla, pagaron el precio de la existencia humana. Algo que aunque sea pequeño sirva para algo, de eso se trata.  No importa si se es arquitecto, ingeniero, político o como en mi caso, diseñador; las enfermedades, los desastres naturales, el cambio en el clima de la tierra afecta y le duele a todos. Como mensaje final, te invito a seguir en este canal, a pensar más cada vez que mandes a hacer las simples pruebas de impresión, a colocar la basura en su lugar, dejar de quejarse por problemas vánales, no basta con que el producto sea biodegradable, tiene que ser bio-agradable. Exponer ahora, ya y con hechos que se puede cambiar, compartir lo aprendido y hacer que la fe en la humanidad no se pierda,  porque ahora más que nunca en la historia de la humanidad hay que demostrar que los buenos somos más.

Sueño 22

  Madrugada de mi cumpleaños      
          Han pasado cuarenta y seis minutos después del día de mi cumpleaños, sigo esperando tu felicitación, tus saludos o el corto y punzante mensaje que diga "HBD." Nada, el tiempo se consume más rápido que un cigarrillo.  No llegó nada tuyo el día indicado tampoco lo harás hoy...

      Primer día con nueva edad.
       Desde que le conozco han pasado una serie de temporadas, una infinidad de días y millones de horas, pero desde que compartimos amistad por la red social han sido tan solo tres años. Dando una hojeada al pasado descubro que no hay mucho qué contar por este medio, las platicas, en su mayoría siempre son por "chat"; las mejores conversaciones solo ella y yo las conocemos. Como escondiendo nuestra conexión del mundo real, no hay saludos ni fotos compartidas, tampoco estados o lugares en común; nuestros llamados "muros" han interactuado muy poco, dos  o tres veces por año, últimamente había sido gracias a esta fecha, a los cumpleaños, que tenía un pretexto muy convincente para redactarle unas lineas de mi corazón hacía ella. Hoy por alguna razón extraña esperaba que ella hiciera lo mismo.

         Una de las muchas cualidades que me agradan de su persona es que me hizo ver cómo ninguno de los dos creemos en las felicitaciones por Internet. Esos <<mensajitos>> que solo dicen "Felicidades" sin algo más que expresar los vemos con poco sentimiento o valor. Pero al contrario, cuando el texto llena los 140 caracteres está repleto de vida. Porque es lo que una persona siente en el instante y tiene la necesidad de decirlo sin pasarse del límite de costo permitido en un mensaje de celular o "twit." Cuando el mensaje es largo se puede guardar para leer en un futuro, fueron las verdades y sentimientos de personas en cierto momento exacto, indicado y con la emoción de ese día.  De ella solo tengo uno así, de hace exactamente un año, el cual esperaba se repitiera de manera similar esta vez. Obviamente no sucedió, por algo  me encuentro relatando esto...

  Segundo día con mi nueva edad      
         ¿Sabes? A veces pienso que ya no sigo enamorado de ella, por ejemplo ayer. Fue mi cumpleaños y en visto del éxito no obtenido en el día decidí quedarme y dormir placenteramente en mi cama. Nada de ir al gimnasio o correr como loco sin rumbo fijo, ni mucho menos exaltarme hasta el cansancio. Tampoco pensaba ir a un bar y beber por mi edad, no lo considero una manera de festejo real, por favor, es del siglo pasado llorar en una cantina. Debido a esto me quede y soñé. Hace mucho que no lo hacía y vaya que es hermoso volver a soñar. Cada vez que lo hago recuerdo lo que cierta ocasión leí sobre los sueños y ese tal Freud. Afirma que al soñar se nos presenta en lapsos de segundos una serie de deseos reprimidos. Algo así como cosas que anhelamos pero por alguna razón no tenemos o no podemos tener. En mi sueño, el tema principal aludía a ella, a sus formas, la manera irracional en que me atrae, el sentido de alerta en que me pone cuando sé algo de ella, mi deseo por conocer y que cumpla cada uno de mis perversos y dulces anhelos. Sentía las mismas ganas de verla al igual que los anteriores,  pero por extraño que parezca no logro recordar si fue ella o no. Por un lado quiero pensar que sí. Por otro... ¿quién será esa que me ha robado un sueño ?

Primordio

Mi vida y mi familia siempre las consideré especiales, por no decir raras. Por ejemplo yo. Niño no tan alto ni tan bajo, cabello chino, no jugaba bien al fútbol y tenía miedo a las alturas. Lloré con el Rey León y no me gusta cumplir años. Después estaba mamá, la mujer más inteligente que he conocido, es una enciclopedia andante; siempre firme; es la madre que en lugar de jugar con su hijo optaba por darle un libro a una pelota. Gracias a su profesión de Maestra nos trataba como si fuéramos sus alumnos, a veces a gritos, a veces a reclamos, como tierna educadora o juez de la suprema corte. Debido a mi futura existencia se casó muy joven con papá. Papá, venía de una familia de doce hermanos, fue el único que terminó una carrera universitaria y consiguió salir y regresar con orgullo del pequeño pueblo donde creció. Siempre trabajando rara vez tenía tiempo para conversar conmigo o enseñarme cómo patear un balón. He llegado a la conclusión de que lo pensador y ensimismado lo heredé de él. Puedo pasar demasiado tiempo en su compañía sin pronunciar palabra alguna y aun así quiero pensar que está concentrado para decirme algo genial o sorprendente. Y por último estaba Itzel, Itzy, mi hermanita. Entre todo el caos de mentes e ideas perturbadas estaba esa… personita mágica, que con pequeños ojos negros, estatura de duende y risa de gatito alegraba la casa. Era, fue y es, la cosa más maravillosa que he visto en este mundo.
Mi infancia fue buena, supongo. Crecí con esas cosas que por lo general se repiten en todo niño: comida de la abuela, cuidados de las hermanas menores de mamá, aprender a dibujar y escribir en el jardín de niños, un perro como mascota y cada año tener las respectivas fiestas familiares. Navidad, Año Nuevo, cumpleaños.
He aprendido que lo más importante en esta vida es el amor. Es de lo que se habla en películas, libros y anécdotas diarias. Es de lo que trata la vida, todo gira en torno a esta destructiva pero emocionante aventura. De niño siempre creí que la mayoría de las niñas a las cuales conocía eran amables, lindas, tiernas, inofensivas y todas esas cosas que uno suele pensar de las chicas cuando las ve. Compañeritas que no pelean, ni hacen tantas peladeces como nosotros los niños, todas unas finas damiselas. Lo sé, fui un pobre ingenuo engañado, pero entiéndanme, estaba en preescolar. Quién pudiera imaginar a la edad de cinco años que una simple mortal de su sexo opuesto pudiera hacerle tanto daño.
Eternamente fui un romántico, tuve mi primera novia de chocolatito en segundo grado de Kínder; cumplía los cinco años de edad y mis alocadas hormonas empezaban a hacer de las suyas. Gustaba de presumir a la pequeña con mi padre, la niña no lo sabía pero éramos como Romeo y Julieta sin serlo. Mejor dicho, éramos como esos personajes de animes japoneses que veíamos de niños, imaginaba que como Misty y Ash, ambos emprendíamos un viaje hacía el desconocido mundo, obviamente dejando a Pikachu en algún albergue o casa de asistencia. No recuerdo su nombre, tampoco el día en  que iniciamos o terminamos nuestra relación, mucho menos la fecha de la primera cita, si es que hubo primera cita. Al parecer mi inicio en las relaciones amorosas duró tan poco como para recordar esos detalles cursis y empalagosamente tiernos que nos agradan y agobian. Por el lado bueno, eso evitó que tuviera algún complejo o trauma emocional en un futuro. O eso quiero creer… Obviamente esa correspondencia imaginaria, si me permiten llamarla así, era claramente una muestra de ternura y cariño, no de esa imitación que los supuestos especialistas llaman amor.
A diferencia de esa reacción química entre el cerebro y otros sistemas de nuestro cuerpo que explican cómo las mariposas en el estomago no son más que señales internas, dopamina y otras sustancias con nombres aun más raros que las mujeres, mi relación y la de cualquier infante fue más real que cualquier explicación de laboratorio. De hecho, cuando se es niño, nuestra inocente cabecita nos hace ver todo con ojos de amor, ese en su forma más pura posible. Con el paso de los años fui formando un concepto sobre qué es el amor y una definición sobre cada individuo. Esto ocurre en todas las personas; nuestra mente va conformando una larga lista de cosas que queremos, las que nos gustan y nos agradan y de la misma manera seleccionamos sus contrapartes. Somos seres selectivos por naturaleza, si algo nos gusta lo queremos en el instante y por el contrario somos capaces de botar todo aquello que consideremos inservible. Dentro de este hermoso y pecaminoso mundo, no todo está perdido; hay un solo lugar donde todo es posible: los sueños. Se dice que al dormir tenemos sietes lapsos de sueño y en cada uno vivimos una ilusión diferente. Son tan rápidos que llegan a durar algunos cuantos segundos, y lamentablemente, cuando despertamos para caer en la realidad, nuestra mente sólo es capaz de recordar el último. No culpo a la mayoría por perder tan fácilmente la fe en ellos, debido a esto una gran cantidad de personas llega a sentir que nunca encontrará a su Príncipe Azul o Princesa de cuento de Hadas. Adiós felicidad de novela.
Otros, como en mi caso, llegamos a enamorarnos de un ideal, un sueño inexistente, fantasioso, hermoso e incomprensible y por esto nos negamos a conformarnos con la realidad.
Hace mucho, cuando todavía era un pequeño, tuve una visión, era uno de esos sueños raros donde te ves a ti mismo en un camino largo, perdido y sin compañía; vagando hasta que percibes esa visión. Era ella. Mi Princesa de Cuento de Hadas. La chica de mis sueños, como se menciona en tantas películas, libros y canciones. Aunque mi mente abarrotada de caricaturas, fútbol y estampitas no me dejo comprender lo bello de esa  ilusión hasta mucho tiempo después. Pasado un largo, largo tiempo, he llegado a la conclusión de que ahora tengo un ideal, en mi retorcida y lunática imaginación está lo que quiero. Tal vez no vi su rostro en el primer sueño ni en los demás, porque hubo más de uno, pero vi sus formas, su alma y no me pude contener. Sé que ella estaba ahí y era increíble.
Los años pasaron, caí en la normal y aburrida conclusión a la que llegan casi todas las personas cuando se refirieren a sus sueños. Que todo había sido una quimera romántica, una ilusión nada más. Incluso deje de tomarle atención, iba a dejarla en un plano perdido de mi subconsciente, hasta cierto día, una tarde tan común que se hizo memorable. En esta realidad, donde vivimos todos, estaba ella, mi sueño materializado, mi añorada realidad.
Quien no tiene un ideal no tiene una vida, yo la tengo a ella y es más que cualquier ideal. Supérenme si es que pueden.
Nunca olvidaré aquel día. Lo recuerdo como si fuera la escena del mejor libro de Nicholas Sparks jamás contado. Ese instante fue y será el momento más especial que mi yo interno se aferra a no olvidar. Las ocasiones en que la imagino, las noches en que le sueño, la tarde cuando la vi por primera vez, todo en conjunto forman esa hermosa casualidad donde coincidimos con el destino para ir por un camino igual montones de años. Las incontables ocasiones en que fortuitamente nos topamos en calles, bares y eventos por toda la ciudad, por el mundo; cada momento desde ese día forman parte de ésta historia. Tan real como mis sueños, su existencia y mi afán por encontrarla una y otra vez. Me es imposible olvidarla y al mismo tiempo es por quien volvería a sentir esto una y otra vez.


Comencemos por donde se debe, desde el inicio. Primavera del 2007…
 
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